Principales riesgos en la playa para el bebé

Existen peligros habituales a los que puede estar sometido un recién nacido o menos en el verano. Sigue estos consejos para no preocuparse

Insolación. Es un trastorno que se produce tras una exposición prolongada al sol o hacer ejercicio intenso al sol.

Síntomas: cara congestionada, sudoración, mareo, pulso fuerte, náuseas, respiración acelerada y alta temperatura corporal.

Cómo actuar: pon al niño a la sombra en un lugar fresco y ventilado. Aplica agua o compresas mojadas en la cara, la nuca y las muñecas. No hay que sumergirle en agua fría ni ducharle, porque el cambio de temperatura puede ser muy perjudicial. Dale agua a sorbitos. Conviene llevarlo al pediatra.
Golpe de calor. El golpe de calor es una respuesta del cuerpo a una pérdida excesiva de agua y sal contenidas en el sudor. Se debe a una exposición excesiva al sol, por no estar adecuadamente hidratado o protegido con cremas apropiadas.

Síntomas: irritabilidad e incomodidad; piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho y axilas; calambres musculares, agotamiento, cansancio y debilidad; mareos, náuseas y vómitos; dolor de cabeza; desmayos o pérdida de consciencia.

Cómo actuar: quítale toda la ropa, ponle a la sombra, mójale el cuerpo y abanícale para que le baje la temperatura. Si está consciente, dale agua o suelo oral. Déjale que descanse y después llévale sin falta al médico.

Quemadura solar. Es una reacción visible de la piel a una exposición prolongada o sin la adecuada protección.

Síntomas: enrojecimiento de la zona, hinchazón, dolor al tacto y, a veces, ampollas, fiebres y escalofríos. Con el paso de los días, la piel se reseca y descama.

Cómo actuar: aplica agua o compresas frías en la zona quemada, dale un analgésico a las dosis indicadas por el pediatra y aplícale una hidratante con efecto calmante. No hay que romper las ampollas. Llévale al pediatra si la quemadura es grande. Y, por supuesto, hasta que no se le pase nada de volver a la playa.

Deshidratación. Es una disminución de la proporción de agua corporal, de forma que el organismo no puede llevar a cabo sus funciones.

Síntomas: ausencia de lágrimas, ojos hundidos, lengua y mucosas secas, ausencia de pis, fontanela hundida, pulso rápido y tensión arterial baja.
Cómo actuar: si es leve, darle suero oral o limonada alcalina. Aunque lo mejor es acudir con urgencia al médico para que valore el grado de afectación.
Corte de digestión. Se produce pérdida de conocimiento como consecuencia de la diferencia de temperatura entre la superficie del cuerpo y el agua. Por eso el ‘síncope de hidrocución’ (forma científica de llamar al corte de digestión) es más frecuente cuando se ha estado expuesto durante mucho tiempo al sol y se introduce bruscamente en agua fría.

Cómo actuar: sacar al niño del agua. Acostarle en posición lateral de seguridad, por si vomita y levantarle un poco las piernas. Que descanse y tome suero.

Texto y foto: Agencia

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