Privacidad ¿para qué?

Por Carlos Hornelas

El 28 de enero se conmemora el día internacional de la privacidad, o bien de la protección de datos personales. La efeméride tiene su origen en la firma del llamado Convenio108, signado entre diversos países de Europa, en 1981, en el cual se promueve la protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de sus datos personales y su vida privada.

Aunque a algunos de nosotros nos parece ocioso reflexionar sobre el tema, expertos en seguridad indican que 2019 será una punta de lanza para vincular la privacidad con el tema de ciberseguridad.

2018 ha pasado a la historia con el mayor número de registro de brechas de datos masivos. Varias multinacionales poderosas han visto a hackers infiltrarse en sus sistemas a voluntad y en otros casos han sido capaces de derrumbarlos.

En el caso de Facebook, por ejemplo, las cuentas de los usuarios fueron expuestas en tres diferentes ocasiones durante el año. Eso sin tomar en cuenta el escándalo de uso de datos personales que permitía a la empresa Cambridge Analytica que tenía en su poder desde 2014 información de 50 millones de usuarios de la red social que ptresuntamente pudo haber usado para influir en los resultados electorales en diversas ocasiones.

En la tercera incursión a Facebook los fallos de seguridad dejaron expuestas fotografías privadas de 7 millones de usuarios de 1500 aplicaciones durante 12 días consecutivos, sin ninguna consecuencia legal, ni siquiera una disculpa.

A la cadena hotelera Marriot, la más importante del mundo, le fueron extraídas de su base de datos la información de hasta 500 millones de usuarios que incluían pormenores sobre sus números de cuentas bancarias y diversas transacciones financieras.

Asimismo, el ransomware WannaCry, se esparció por todo el mundo inutilizando computadoras para pedir rescate a los usuarios que en muchos casos perdieron no solo su información sino el control de sus propios dispositivos.

Google Plus, la red social del gigante informático no pudo librarse y en octubre cerró su plataforma tras dar a conocer que los datos de 500 mil cuentas habrían sido comprometidas por un fallo en la seguridad.

En México, hackers presuntamente norcoreanos,estuvieron a punto de llevarse 100 millones de dólares de los bancos en noviembre, pero la PGR pudo frustrar la estafa gracias a su unidad de inteligencia cibernética. Sin embargo, en mayo, y de acuerdo con reportes de Forbes, en un ciberataque, obtuvieron un botín de 300 millones de pesos que involucraban al menos a cinco distintos bancos.

Nadie se encuentra totalmente seguro. A los delincuentes no les interesa tanto saber lo que comes o los lugares que visitas sino qué tan expuesta está tu información y el cálculo de las poibilidades para poder obtener algo de tí.

Y esta será la primera etapa de aquello que viene. Con el desarrollo de la domótica y el internet de las cosas, los amantes de los ajeno podrán tomar el control de todos los aspectos automatizados de hogares y negocios sin necesidad de asaltar físicamente o hacer uso de la violencia para irrumpir en la privacidad de nuestros hogares. Podrían controlar desde la distancia el encendido de la cafetera, los aspersores del jardín o las cámaras de seguridad, los cerrojos o la puerta del garage.

Lo increíble es que nuestros llamados nativos digitales no están lo suficientemente preparados para repeler una asonada de este tipo. Son pocas las escuelas y universidades que como parte de su plan de estudios enseñan a sus alumnos a cifrar datos, a utilizar perfiles de anonimato o a entender cómo son vulnerables en el mundo digital.

Mientras que la tendencia sea publicar los detalles más íntimos de la persona como signo de integración a comunidades virtuales y la privacidad pase a segundo término, nadie podrá estar completamente seguro. La responsabilidad es completamente individual.

 

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