Un equipo de científicos franceses ha logrado tratar fístulas digestivas postquirúrgicas en un cerdo con total éxito, mediante la inyección local de vesículas extracelulares, lo que permitirá ahora ampliar las pruebas a humanos y aumentar el campo de aplicación.
Los resultados del estudio, divulgado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, que ha trabajado junto a un grupo de investigadores de los hospitales públicos de la capital y las universidades París Descartes y París Diderot, plantean su uso para luchar contra enfermedades como la de Crohn.
“El estudio revela que la inyección local de estas vesículas en forma de gel lleva a cerrar las fístulas digestivas post-quirúrgicas en un 100 % de los casos”, detalló el Centro en un comunicado, en el que explicó que este método de inserción es “más simple, más seguro y más eficaz” que los actuales.
Pero nuevos estudios indican que poseen múltiples propiedades terapéuticas comparables a las de sus células madre, y sin sus inconvenientes.
“Las VE no se dividen, limitando el riesgo de desarrollar un cáncer, no se diferencian y parecen ser producidas por un solo donante para varios pacientes. Además, ya han demostrado su potencial terapéutico en animales, en la regeneración de lesiones cardíacas, hepáticas o renales”, señaló.
Estas heridas no responden bien a los tratamientos actuales y a menudo se desarrollan tras complicaciones del postoperatorio o a dolencias autoinmunes, como la enfermedad del Crohn y otras disfunciones digestivas.
Las pruebas fueron llevadas a cabo en un modelo porcino por los investigadores del laboratorio Materias y Sistemas Complejos del CNRS y la Universidad París Diderot, en el departamento digestivo del hospital europeo Georges Pompidou de la capital y con la plataforma de imaginería de animales de la Universidad de Descartes.
Texto y foto: Agencias