Por: Santiago Pell
Se están lanzando puros comentarios agresivos hacia Gareth Bale. Dicen que la pancarta que mostró al terminar el partido de Gales – Hungría, fue de mal gusto hacia el Real Madrid, su equipo…
Yo defiendo al galés, no fue la manera más decente de expresar lo que siente, pero sí la que el club merece. A Bale lo han tratado mal, no lo han valorado. Es verdad que se lesiona continuamente, pero no es para sobajarlo y menospreciarlo de la manera en que lo han hecho.
Ha cumplido con su equipo, ha estado en momentos importantes. Ya sea por mala situación personal o por problemas físicos, pero si hubiera pasado más tiempo en el campo, hubiera podido ofrecer más… de su nivel no se tiene duda.
La pancarta mostrada, demuestra que la desesperación por detener los malos tratos, se ha convertido en una resignación. Así es, ya está envuelto en el papel de mostrarle poca importancia al club. Ve más próxima su salida que el retomar las riendas.
¿Y qué si sus gustos y preferencias van en el orden: “Gales, Golf y Madrid”? ¿Qué no pueden gustarle más otras actividades?
En mi opinión, me ocasiona demasiada tristeza lo que está pasando. Creo que, a su edad, con su nivel de futbol y perteneciendo al club con mayor historia, el no jugar de titular y ser el centro de atención, recae en terminar siendo un total desperdicio.
Pero si sólo lo han agredido, no le han sabido agradecer y su salida del equipo está cada vez más cerca, y esta pancarta es su forma de expresar su ofensa, ¡que ya de una buena vez lo dejen en paz!
