Santa Eulalia y el canónigo honorario

Por Ángel E. Gutiérrez

En uno de los altares de la catedral de Mérida, Yucatán, se resguarda una preciosa imagen de Santa Eulalia, virgen y mártir de los primeros siglos de la era cristiana, nacida hacia el 290 en Augusta Emerita, la actual Mérida española, donde recibió múltiples suplicios siendo una joven de 14 años. Santa Eulalia ha sido declarada alcaldesa perpetua de Mérida y es una de las patronas de España.

La existencia de una imagen de la santa emeritense en la catedral meridana tuvo como propósito hermanar y tender lazos culturales entre las dos Méridas. Fue obsequiada a la catedral en 1949, por el Pbro. César Lozano Cambero, párroco de la Mérida española, designado, en agradecimiento por el obsequio, como canónigo honorario del Cabildo Metropolitano de Yucatán, con derecho a vestir los hábitos canonicales y ocupar un sitial en el coro catedralicio y la sala capitular cada vez que cruzara el océano para venir a las cálidas tierras del Maya, lo cual, finalmente, nunca ocurrió.

La escultura está tallada en madera y luce rica policromía y detalles en oro. Representa a Eulalia como una hermosa doncella, vestida con túnica y manto de inspiración romana. En una mano porta una palma y unas coronas, y en la otra un horno y un libro, símbolos de su martirio y su fe cristina. Su autor fue el maestro emeritense Juan de Ávalos, quien es considerado como uno de los principales escultores españoles del siglo XX, célebre por su trabajo escultórico del Valle de los Caídos de Madrid.

En los archivos capitulares, se conserva una interesante “Breve Historia” de la imagen de Santa Eulalia, escrita por el deán José Servelión Correa.

Según refiere el monseñor Correa, “a principios de noviembre llegó dicha imagen de Veracruz vía Progreso; fue trasladada a la Catedral y, abierta la caja, se vio que tenía un dedo de la mano izquierda quebrado y la mano fuera de lugar. Avisado el maestro escultor D. Francisco Mena, fue por ella y en pocos días la arregló de modo que quedó muy bien…”, y continúa, “como Santa Eulalia se celebra en España el 10 de diciembre, se fijó tal día para la solemne bendición…, bajo el siguiente programa que el Dignísimo Prelado dispuso: a las 9 a.m., bendición en el altar mayor de la catedral; luego misa solemne, predicando el Sr. Deán para explicar a los fieles el motivo de aquella festividad; luego de terminada la misa, procesión de la santa imagen por la catedral hasta el altar en que iba a quedar colocada, llevada por seis señoritas de la ciudad, con asistencia del Venerable Cabildo Catedral y los padrinos nombrados al efecto…”

Al parecer la devoción a Santa Eulalia no echó raíces profundas entre los meridanos y su imagen permanece casi inadvertida en la catedral; no obstante, ésta es una de las mejores piezas de escultura con que cuenta el templo.

 

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