Segunda Plana

EN LA REVISIÓN diaria de medios topamos con declaraciones de una persona que se ostenta como “defensor de derechos indígenas”, y en cuyo discurso se distingue un izquierdismo recalcitrante, con ideas de aquellos años en los que el comunismo era una utopía en la que muchos creían. No le abrumaremos, paciente lector, con todo lo que dijo el “defensor”, pero este párrafo puede darle una idea: “En todo el estado está la presencia de estas empresas (de energía eólica o fotovoltaica) y que la constante ha sido la mentira, despojo del territorio, la invasión; llegan a las comunidades, compran o manipulan a la gente, juegan con la necesidad y consiguen las firmas del comisariado ejidal”. El sujeto usa como referencia la planta eólica de Dzilam de Bravo, que es por cierto la única que prácticamente está lista, mientras que otras cinco que ya están autorizadas apenas comienzan a construirse, de manera que decir que están presentes en toda la entidad y están causando problemas es claramente una falsedad.

EN DZILAM GONZÁLEZ, que es al parecer la población que más trabajadores aporta a Eólica del Golfo 1, las actividades de ésta han generado empleos bien pagados, con prestaciones que los lugareños nunca habían recibido, además de que los afortunados en cuyos terrenos se han asentado las torres generadoras de electricidad o las de conducción de energía están más que contentos con el pago que reciben por la renta de sus predios. Una de las ventajas que ofrece Dzilam González es que su ejido se incluyó en el Procede (Programa de Certificación de Derechos Ejidales), así que cada ranchero o campesino arrienda por su propia decisión su parcela, sin necesidad de pedirle permiso a la asamblea ejidal. Es, como ya habíamos señalado aquí, un ejemplo a seguir por otras plantas en otras partes del estado. En cuanto a los detractores de esas instalaciones, su intención es clara cuando afirman que “no queremos a las empresas, queremos que se vayan, y lo decimos con énfasis, ¡que se vayan de nuestro territorio, no vamos a negociar con ellas!”. Muchos ya negociaron, y salieron ganando. Yucatán no puede quedarse al margen del progreso sólo por algunos que piensan “a la antigua”.

 

Por Gínder Peraza

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.