Senador Samuel, no luche por la equidad

Por René Emir Buenfil Viera

Al senador de Nuevo León Samuel García le salió natural el regaño a su esposa la influencer Mariana Rodríguez en Instagram Live cuando nota que la pierna de su esposa sale a cuadro, primero le ordena varias veces que baje su pierna, le dice pinche, y concluye diciendo “me casé contigo pa mi, no pa que andes enseñando”, una vez que Mariana accede a su petición y le pide perdón, el video sigue su curso y siguen comiendo costillas como si nada. Después vienen reacciones muy comunes ante la violencia de género:

1. Se minimiza como broma a nivel social en un afán de restarle importancia al hecho, argumento que se invalida con solo ver el video.

2. Samuel no reconoce su machismo ni sabe dónde lo aprendió, aunque pide perdón en una videodisculpa pública vía YouTube.

3. Samuel pide ser educado por sus aliadas feministas de partido, como si las mujeres tuvieran que solucionar el problema.

4. Samuel y Mariana se vuelven trending topic en Twitter con los hashtags #YoEnseñoLoQueQuiera y #AmigaDateCuenta.

Ahora bien, ¿Qué tiene de malo pedirle a tu esposa que no enseñe la pierna en un video en vivo? Que nos da a entender el machismo del Senador que se siente con derecho a controlar el cuerpo de su esposa como si fuera un objeto de su propiedad, y no una mujer capaz de decidir por sí misma si quiere mostrar su pierna o no en la transmisión. ¿Por qué a los hombres nos cuesta tanto trabajo reconocer nuestro machismo? Porque no lo vemos, no creemos que nuestras acciones sean machistas, nos parece que tenemos la razón, sobre todo si construimos una masculinidad tradicionalista, apegada a los estereotipos de género. ¿Y qué de malo tiene pedirle ayuda a las mujeres feministas para reeducarse y dejar de ejercer violencia? Que no es su responsabilidad ir por la vida educando a los machos del mundo, más bien nos toca a nosotros reeducarnos y perseverar en nuestro afán de revisar nuestras creencias sobre qué significa ser hombre.

En su videodisculpa Samuel dice que ha legislado sobre la paridad en el Senado y quiere seguir con la causa, a lo cual le pido, por favor Senador no lo haga mientras no tenga una perspectiva de género y no se reeduque en el ejercicio de la violencia para no seguir violentando sin querer, mejor apoye a las feministas de su partido y otros partidos, pero déjelas a ellas tener el protagonismo, sé que es difícil en la política y en la vida dejar que otras personas brillen, o que nuestra esposa enseñe la pierna, pero en este caso es lo correcto, es lo que nos toca a los hombres cuando reconocemos que el machismo es el cáncer de México, al reconocerlo en nosotros mismos podemos cuestionarlo para quitarle fuerza y de ahí tener una actitud distinta en nuestra relación de pareja y en el trabajo. Y prepárese, que ser un hombre, esposo y senador con perspectiva de género implica darle un giro de 180° a su vida y luchar contra o cuando menos señalar a la mayoría de sus compañeros senadores varones y machistas.

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