Ser mamá y deportista

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

Ser madre no es una desición sencilla, pues conlleva asumir cierto cambio para compartir lo mejor de la vida con otros seres, pero cuando se es una deportista en activo esta desición puede ser aún mas dificil de tomar, porque significa poner una pausa en la carrera deportiva.

Un claro ejemplo fue Serena Williams. En enero del 2017 obtenía su séptimo abierto de Australia para llegar a 23 Grand Slam en su carrera, meses después se sabría que cuando disputó esa final tenía aproximadamente 7 semanas de embarazo. Tras el nacimiento de Olympia, la vida de esta exitosa deportista estuvo en riesgo por las complicaciones del parto que le generaron una embolia pulmonar; sin embargo, regresó al tenis a mediados del 2018.

Pero en aquella ocasión la reina de las raquetas decidió hacerlo de una forma muy significativa, portando un traje de “superheorína”, al menos así fue como ella misma se denominó para hacer referencia al traje negro entero de licra que portó en su primera competencia tras ser mamá, mencionando que quería ser una motivación para otras madres que tuvieron un post parto dificil y homenajear lo “guerreras” que son. La otra razón para usar ese traje era una prescripción médica para facilitar la circulación de su sangre y contrarrestar los coagulos que sufrió después de su cesárea.

Pero decidir ser mamá en el mundo del deporte también significa la imcomprensión de los patrocinadores, que lejos de ver en sus deportistas a mujeres con diferentes objetivos en su plan de vida, se resumen a cuántos trofeos pueden seguir ganando después del alumbramiento.

Allyson Felix es una velocista estadounidense quien no solo posee 9 preseas olímpicas, sino que además es la máxima ganadora de medallas en los mundiales de atletismo. Nadie tiene más que ella, de hecho el único que se le acerca es Usain Bolt y éste ya está retirado.

A pesar de la prolífera carrera que ha conseguido en el deporte, cuando anunció su desición de convertirse en madre su mayor patrocinador le planteó un contrato con una reducción del 70% respecto al año anterior. Ante esto, lo único que Allyson pidió es que no tuviera penalizaciones económicas si su rendimiento se veía afectado en los meses siguientes a dar a luz, ante la negativa de una de las marcas más famosas de ropa deportiva, la velocista decidió romper su relación laboral.

Gestar vida implica un cambio en el cuerpo de las mujeres y no se puede esperar que no repercuta en el desempeño de cualquier persona, principalmente en las deportistas de élite. Allyson Felix se convirtió en vocera de las condiciones dispares que deben aceptar las atletas con sus patrocinadores cuando deciden ser mamás y firmó con una marca más modesta, pero orgullosa de la comprensión que recibió por parte de ellos.

Serena aún no ha ganado otro Grand Slam desde aquel 2017, pero sí ha disputado 2 finales en 2018 y 2 finales en 2019 que nos dejan claro que eventualmente llegará ese anhelado título 24 para convertirse en la monarca absoluta en toda la historia del tenis, en todas sus eras. Por su parte, Allyson consiguió que su ex patrocinador modificara sus políticas de contrato para las deportistas que son mamás y evitar penalizaciones y se encuentra lista para Tokio 2021.

Dos deportistas que han llegado a lo más alto, dos campeonas que han sido voz de otras mujeres y dos mamás que decidieron traer al mundo a sus hijos. Felicidades siempre a todas ustedes.

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