Siempre hay opciones para invertir poco y ganar mucho

Para mejorar nuestras perspectivas en el dinero, recomiendan poner en marcha los activos invisibles de nosotros mismos.

La pandemia del coronavirus COVID-19 nos ha dejado a todos con poco dinero en el bolsillo, aunque eso no quiere decir que no podamos invertir lo poquito que tenemos y que produzca ganancias constantes.

Para mejorar nuestras perspectivas para el fascinante mundo del dinero, el especialista Moris Dieck, autor de “El inversionista de enfrente”, recomienda poner en marcha los activos invisibles de nosotros mismos, de acuerdo a un nota en Entrepreniur, publicada a finales del año pasado, pero que no pierde vigencia.

Dones y habilidades. Esas herramientas y características que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida para poder explotarlos: hablar en público, saber vender, ser creativos.

La educación. “En internet podemos encontrar todas las herramientas, pero se requiere generar la disciplina para aprender a aprender”, señaló Dieck. Hay que tener la capacidad de estarse cultivando constantemente porque en la época actual, las habilidades tecnológicas pueden quedar obsoletas en cuestión de años.

La salud física y emocional. Tener alineados nuestros objetivos en nuestra cabeza y cuidar de nuestro cuerpo nos ayuda a alcanzar las metas financieras que nos propongamos, ya que si estamos sanos, podemos trabajar y tomar mejores decisiones.

Espíritu y pasión. “Cuando encuentras la misión de tu vida, sacas energía de donde menos imaginas”. El tener un propósito, una causa, es uno de los mayores activos que puedes poseer.

Resiliencia. Se trata de la actitud que tenemos para aguantar los obstáculos que nos arroja la vida. “Como dicen, el éxito es la capacidad de ir de un fracaso a otro”.

Una vez identificado todo ello, dijo, en su plática “Para hacer dinero no necesitas dinero”, afirmó que para comenzar a invertir se necesita un 70 por ciento de cabeza y 30 por ciento de billetes. Es decir, que no se requiere tener un gran capital para empezar a generar capital.

Para ello, cada persona se tiene que:

Educar. Infórmate, conoce los instrumentos de inversión, cómo operan y qué beneficios dan, cuáles son los idóneos de acuerdo con lo que buscas invertir y los plazos ideales para que los rendimientos sean lo suficientemente atractivos.

Tómate tu tiempo. Para evitar meter todo el dinero en la primera opción que te presenten, el darse el tiempo suficiente para ver opciones ayuda a atener una opinión más informada.

Costos y comisiones. Conocer las diferentes opciones incluye también el saber cuáles serán los costos de estas penalizaciones o comisiones y con qué base se cobran.

Credenciales. La reputación de los instrumentos que evalúes es un factor para tomar en cuenta, por lo que investigar toda la información disponible a veces está a una búsqueda en línea de distancia y te evitará llevarte sorpresas desagradables.

Visita a más de uno. Un error común es quedarse con el primero que se ve o con el que insiste más que los demás, así que tener más de una opción ayuda a comparar e incluso diversificar.

Proyecta a la inversión. Toma en cuenta que los beneficios no serán inmediatos y requiere compromiso, planeación y diversificación. La responsabilidad es compartida. Un inversionista informado tiene más poder para tomar una decisión debidamente justificada, sin embargo, en todos los casos la responsabilidad debe ser asumida en conjunto tanto por el inversionista como por la entidad financiera que elija ya que ambos participan en un mercado financiero con los pros y contras de invertir.

Texto y foto: Agencias

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