La mayor parte de la derrama económica que generará su construcción no se quedará en la región, ni siquiera en el país, señalan especialistas.
La falta de claridad en los beneficios que traerá el Tren Maya a la Península de Yucatán, así como la entrega de licitaciones a grandes empresas constructoras que operan en sociedad con empresas nacionales y extranjeras, abren muchas dudas en torno a si en efecto logrará sacar de la pobreza a 1.2 millones de habitantes del sureste mexicano.
Los constructores de la región se quedaron al margen de esta obra, cuya derrama prometida quedará reducida a las contrataciones de trabajadores locales para su realización.
Las empresas que ganaron la licitación de las obras de los cuatro tramos del Tren Maya fueron Mota-Engil México SAPI de C.V., Operadora CICSA S.A. de C.V, Construcciones Urales, GAMI Ingeniería e Instalaciones, AZVI, así como la empresa ICA, por lo que la mayor parte de la derrama económica que generará en su construcción no se quedará en la región, ni siquiera en el país.
Al respecto, el secretario de Organización y Promoción Sindical de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem) en Yucatán, Napoleón Escamilla Solís, afirmó que ya hay 5 mil 600 personas inscritas para trabajar en la construcción del tren en Yucatán, para lo cual ya se afiliaron al Sindicato, al igual que propietarios de unos tres mil 500 camiones y volquetes que solo esperan a que toquen la campana para el inicio de obras.
Sin embargo, hay que destacar que en la página web donde las personas se postulan para trabajar en las obras del Tren Maya, hay numerosos reportes de ciudadanos que aseguran que no les permite enviar su solicitud. Incluso al tratar de ingresar ahora al sitio web, aparece un texto diciendo “se ha producido un error en el envío de tus datos”, lo que pone en duda los beneficios laborales de la obra.
Además de esta situación, el presidente en Yucatán del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), José Antonio Silveira Bolio, considera que aún no existe certeza de que el proyecto insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrado genere los rendimientos esperados tanto por la movilización de pasajeros a los destinos turísticos como en el transporte de carga, ya que no hay estudios que permitan confirmar su viabilidad.
A la fecha, el Tren Maya sigue en proceso de planeación, para lo cual se organizan mesas de trabajo con la participación de la sociedad civil en poblaciones que están en el trazo de vía. De esto platicó a Peninsular Punto Medio Enrique Pérez Polanco, integrante del Colectivo Cultural Patio Central, organización de la sociedad civil que ha participado en estos encuentros que buscan soluciones relacionadas con el tema social.
“La gente quisiera que ya hayan resultados en cuanto a este proyecto, pero en realidad, muchas cosas no están resueltas, pero hay equipos técnicos que ahora trabajan para solucionar problemas de la comunidad especialmente en lo que respecta a la participación de la mujer y los beneficios que obtendrá con el Tren Maya, y también los relacionados con la ecología”, mencionó.
Precisamente, uno de los temas que más preocupa es el paso del Tren Maya por la Reserva Cuxtal, lo que inclusive ha motivado a que el Ayuntamiento de Mérida solicitara una consulta pública para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho de participación y tener toda la información necesaria sobre las posibles afectaciones a esta Área Natural Protegida.
De acuerdo al Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) dado a conocer el pasado 18 de junio, solo se afectará un 3.7 por ciento de la superficie de la zona núcleo, a lo largo de la cual se tendrá un trayecto de 8 mil 870 metros que cruzarán principalmente en una zona de selva baja en un estado de conservación un tanto regular.
Pérez Polanco mencionó que esta situación también representa un área de oportunidad porque la llegada del Tren Maya a esta zona puede implicar la generación de programas de reforestación, de manejo de residuos sólidos, de saneamiento del agua además de los relacionados con el bienestar de la gente que allí habita; sin embargo, reconoce que al momento no se cuenta con suficiente información.
“Hoy la Reserva Cuxtal está abandonada, no hay un buen manejo de la basura que está regada hasta en la carretera, y predomina la selva baja como resultado de lo que se deforestó durante muchos años, por lo que se puede decir que la llegada del Tren Maya no pone en amenaza a la reserva”, dijo.
El activista de la 4T, a quien se le recuerda como dirigente del Movimiento de la Movilidad en Mérida, comentó que en las mesas de trabajo en las que ha participado se ha mencionado que a lo largo del Tramo Campeche-Valladolid se requiere de hacer modificaciones en el trazo de la vía para que el tren pueda tomar las curvas sin que se afecte la velocidad que lleva en promedio, por lo que se necesitará remover alrededor de 6 mil 200 árboles.
“Con una maquinaria se levantarán de raíz los árboles para sembrarlos en otro lugar, pero hay que tener en cuenta que el promedio de éxito en este proceso es de un 11 a 18 por ciento, por lo que se plantarán 10 de la misma especie por cada uno que sea reubicado”, detalló.
En el tema ambiental, Pérez Polanco expresó que para el Tren Maya se adquirirán locomotoras híbridas de diésel y electricidad, modelo “Euro 6”, que son las más eficientes ecológicamente hablando, ya que reducen la emisión de contaminantes hasta en un 97 por ciento.
Las que funcionan con hidrógeno son muy caras, además de que por ley no se puede comprar tecnología que tenga entre 8 a 10 años de funcionamiento en servicio público, pero con el tiempo se podrán cambiar los motores, indicó.
Ayer mismo, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) informó que electrificará el tramo Mérida-Cancún-Chetumal, para lo cual se instalarán postes, cableado, las estructura para soportar el sistema, además de las subestaciones eléctricas a lo largo de 690 kilómetros que equivalen al 40 por ciento del recorrido. El resto se electrificará de manera gradual.
De acuerdo a Pérez Polanco, hasta el momento se pretende que la ex estación central siga siendo ocupada por la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), mientras que en los andenes estará el Gran Parque de la Plancha.
“Cruzando la calle 43, en lo que se conoce como el Patio de Maniobras, estaría la estación central y también las oficinas administrativas”, abundó el entrevistado, quien dijo que se mantiene en pie la propuesta de que el tren llegue de manera subterránea por la calle 39 desde el periférico, mientras que en Umán estaría la central de carga.
El Tren Maya es un proyecto que generará desarrollo en las comunidades por lo que en un 70 por ciento servirá principalmente para la movilidad de carga, lo que ayudará a sacar la producción con más efectividad, además en las mesas de trabajo también se buscan estrategias para revertir el abandono del campo y provocar a que se revalore la milpa.
“En la actualidad el 70 por ciento del terreno cultivable está ocioso y es propicia que de cada 10 tortillas, siete se elaboren con grano importado”, detalló.
Texto: Manuel Pool
Foto: Cortesía
