Ramón Salcedo y su esposa Mayra Delgado ofrecen este platillo, empacado al alto vacío, que preparan de manera artesanal y sin conservadores
El sabor original de nuestra tradicional cochinita pibil está conquistando a los habitantes de Guadalajara y su zona metropolitana. Empacado al alto vacío en presentaciones de un kilo, medio o cuarto, este platillo que prepara Ramón Alejandro Salcedo Gómez de manera artesanal y sin conservadores, cada vez tiene más clientela.
Al respecto este joven que labora para la Universidad Autónoma de Guadalajara, comentó que hace 4 años inició el proyecto como un restaurante con un local pequeño, pero debido a la inseguridad, y aunque, ya tenía mucha clientela, optó por cerrar, aunque más adelante abrió de nueva cuenta con el concepto de Food Truck.
“Era muy complejo atenderlo, entonces decidimos vender la cochinita pibil cada 15 días, pero empacándola al vacío, con este modelo llevamos ya 2 años. Nuestra meta es volver a tener lugar físico para que la gente pueda comer con nosotros”, explicó Ramón quien es nacido en Mérida Yucatán, al igual que sus cinco hermanos Lupita, Martha, Pedro Marcial, Fátima y María de los Ángeles.
“Por cuestiones de trabajo de mi papá, Ramón Salcedo Montes, la familia tuvo que emigrar a Guadalajara, pero no nos olvidamos de nuestra Mérida, y que mejor que recordarla siempre a través de la gastronomía y en este caso de la auténtica cochinita pibil que preparó con una receta que mi abuelo Pedro Marcial Gómez Góngora, le enseñó a mi madre, Marta María”, comentó Ramón quien destacó que en este proyecto es de vital importancia la participación de su esposa Mayra Georgina Delgado Guevara.
“La preparación la hago yo, la tengo estandarizada de tal manera que no haya variación en el sabor, que es lo que nosotros buscamos”, señaló el entrevistado, quien destacó que la promoción de su cochinita a través de las redes sociales, lo que le ha dado excelentes resultados.
La entrega se realiza en varios puntos de la zona Guadalajara y Zapopan, y es de destacar que, en cada ocasión, se registran en promedio entre 4 o 5 clientes nuevos que llegan por recomendaciones de quienes ya han probado esta cochinita que se vende con el nombre comercial de Tanlum, que era el nombre del restaurante.
¿Pero qué tan difícil es preparar cochinita en Guadalajara?
—No es difícil hacer cochinita en Guadalajara porque los ingredientes los tenemos prácticamente todos. Aquí en la ciudad en las principales calles tanto de Guadalajara y Zapopan hay árboles de naranja, entonces en ese sentido no batallamos, en cuanto el recado rojo nosotros trabajamos con el de “La Extra” que es el que llega hasta acá, es muy bueno y el proveedor es muy constante y de fácil acceso, mientras que la hoja de plátano la compramos en la central de abastos o en cualquier verdulería que esté cerca, explicó el entrevistado quien a cada entrega acompaña con un paquete de cebolla morada y su bolsita de chile habanero con limón.
La bolsa de cuarto kilo cuesta 70 pesos, el de medio 125 y el de kilo 250 pesos, un precio muy accesible que Ramón ve como una ventaja competitiva ya que, aunque en Guadalajara se venden otras cochinitas más baratas, no se comparan con la que se elabora con una receta auténticamente yucateca.
“Están buenas, pero tienen mucho sabor a achiote”, explicó el entrevistado quien comenta también que en Guadalajara la gente come la cochinita pibil de diferentes maneras.
“Hemos escuchado que la comen en gorditas, tacos, tortas, quesadillas y que hay quien le pone mantequilla o mayonesa, ahora sí que cada quien lo adereza cómo le guste”, concluyó Ramón, quien está muy contento de tener la oportunidad de llevar un pedacito de su tierra, Yucatán a Guadalajara.
Texto y fotos: Manuel Pool
