Trenzando raíces, montaje a gran escala

Betsabeé Romero, artista mexicana, colabora con estudiantes e indígenas canadienses para elaborar seis instalaciones que reflejan valores de la comunidad de New Credit First Nation

LA ARTISTA MEXICANA BETSABEÉ ROMERO, conocida internacionalmente por sus instalaciones a gran escala, montó una exposición en la Galería de Arte de la Universidad de York, en Toronto, titulada “Trenzando raíces”, en colaboración con indígenas canadienses.

La artista trabajó durante dos meses con los indígenas canadienses de New Credit First Nation y con estudiantes de arte de la Universidad de York para elaborar seis montajes, que se exhiben en la Galería de

Arte AGYU de la universidad.

La exposición abre con “Aves de viento y relámpagos”, con 10 flautas de cedro con cabezas de aves. A través de seis pequeños árboles de bronce, “Antiguas señales buscadoras del mundo”, la artista muestra la necesidad del ser humano de “reenraizar nuestro sentido de dirección para reubicarnos en las formas de la naturaleza”.

Las “Pistas para un nuevo encuentro” son una serie de coloridos mosaicos que proponen una nueva forma de “compartir los caminos”, exhortan a “bajar la velocidad porque el presente requiere nuestra atención”.

Sobre la base de que la cultura “siempre está en movimiento”, Betsabeé diseñó “Muros que me mueven” para plasmar su experiencia de convivir con los indígenas canadienses de la comunidad de New Credit.

En su quinta pieza llevó de nuevo a Canadá sus llantas de tractor, que esta vez proyectan en su centro imágenes de manos y al centro del círculo que forman las llantas está un tambor de los indígenas canadienses.

A esta obra la tituló “Balanceando corazones con nuestras manos en el vientre materno”, en donde el centro de la llanta asemeja un vientre y la forma circular de la misma es la movilidad de la cultura.

Su última pieza “Despertar de las aves” cierra el “círculo” de esta exposición con el plumaje de las aves migrantes.

En entrevista con Notimex, Romero dijo haber disfrutado trabajar con los indígenas canadienses y con los estudiantes de arte de York. “Para mí este fue un encuentro muy particular porque los estudiantes participaron en la producción y a los talleres universitarios vino un grupo de indígenas a enseñarnos a hacer un tambor que es el centro de una de las piezas”.

Agregó que esta exposición refrenda su preocupación sobre la dignificación de los pueblos indígenas en todo el mundo. “No es hablar de ellos sino con ellos desde la obra misma. Trabajamos la idea de visibilizar sus valores a partir de señalizaciones que podían estar en las carreteras”, aclaró la artista plática.

Ahondó que convivió con ellos en su comunidad y “ahí conversamos cada fin de semana y hacíamos dibujos para ver qué tanto se identificaban con mi comprensión acerca de sus valores y fue muy emocionante para mí”.

Texto y foto: Agencia

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