Por Carlos Hornelas
Para nadie es ajeno que la situación de Venezuela ha escalado rápidamente en los últimos días. Jorge Ramos, reportero de Univisión ha sido deportado del país sudamericano tras el intento de entrevistar a Nicolás Maduro quien decidió dar por terminada la exclusiva, porque las preguntas le disgustaron. Como medida de amedrentamiento, el staff de noticias fue despojado de su equipo de trabajo y retenido durante dos horas.
La libertad de expresión, es la base del resto de las libertades, decían los padres fundadores de Estados Unidos. A través de la expresión se puede conocer cómo piensan los demás, compartir las opiniones o bien, disentir de ellas cuando vemos las cosas de otro modo.
En una sociedad libre, la libertad de expresión es garante de la circulación de ideas que permite a todo ciudadano formarse una percepción de su realidad, informarse para la toma de decisiones que impacten en su vida y garantice su inclusión en la sociedad.
El Estado, por su parte, debe respetar el derecho de todo ciudadano a expresarse sin interferencias o cortapisas de ningún tipo. El ciudadano es responsable de las consecuencias si abusa de este derecho. Las limitaciones a la libertad de expresión devienen en obstáculos para el disfrute de otros derechos, por ejemplo, al impedir que los reporteros informen sobre el acontecer nacional invocando razones superiores de seguridad nacional, lucha contra el terrorismo o el extremismo violento, impiden que el ciudadano ejerza su derecho a informarse y conocer la verdad.
De la misma manera al imponer restricciones a la información pública a través de negar el acceso de ciertos reporteros a ciertas fuentes, de establecer restricciones a la información pública a través de la opacidad del Estado o de restringir, evitar, penalizar o ignorar la crítica al gobierno o sus funcionarios, se corta de tajo el acceso al conocimiento de la realidad.
En tiempos de internet es necesario contar con otras voces, no oficiales ni tradicionales que brinden nuevos y frescos marcos de interpretación de los acontecimientos y que enriquezcan la pluralidad (representación de diversas fuerzas políticas), la diversidad (representación de diversos sectores sociales) y neutralidad (acceso universal a los medios de comunicación). La construcción de la democracia que se funda en el debate de las ideas, requiere como un mínimo indispensable la libertad de expresión.
En otro orden de ideas aprovecho para expresar mi reconocimiento al Comité Interamericano Contra el Terrorismo (Cicte) de la Organización de Estados Americanos con su sede en Washington D.C. por habernos recibido la semana pasada del 19 al 23 para la realización del Diplo Hack 2019 en el cual pudimos tener cabida representando a nuestro país con estudiantes de segundo semestre de la Universidad Anáhuac Mayab, donde imparto mi cátedra.
Melissa Paredes, Melissa Puerto,Regina Barrena, Karla Matos y Hernán Cárdenas nos hicieron muy orgullosos y les extiendo mi agradecimiento por su alto desempeño. Un reconocimiento a Mariana Cardona y a Kerry-Anne Barret, en la OEA, así como al personal consular mexicano, en especial al Dr. Óscar Holguín González.
