Un Instituto para las y los trabajadores de México (primera parte)

José Miguel Rosado Pat

El Infonavit no ha dejado de ser noticia en los diarios de mayor circulación de todo el país; la actual administración encabezada por su director general, Carlos Martínez Velázquez, ha demostrado empeño y voluntad política en la búsqueda de alternativas para apoyar a los acreditados y derechohabientes que desean encontrar una solución a sus deudas y, por supuesto, mantener el patrimonio suyo y de su familia.

Hace un año, exactamente, el Infonavit anunciaba la reestructuración de 100 mil créditos de deudas “impagables”. La reestructuración se llevó a cabo mediante la aplicación de un programa denominado Responsabilidad Compartida, el cual consiste en transferir la carga financiera de las y los trabajadores de salarios mínimos (VSM) a pesos.

Con esta acción, en ese momento, se impactó -en su beneficio- a todos los acreditados que tuvieran una deuda de, al menos, 1.3 veces mayor al crédito adquirido.

A partir del 21 de mayo de este año, el mismo Instituto anunció una nueva modalidad en la que cada peso tendrá un efecto diferenciado según los ingresos de cada trabajador, esto significa que el Infonavit asignará tasas fijas de interés de acuerdo al nivel de ingreso de cada trabajador, es decir, los pagos serán fijos hasta que el crédito sea liquidado y la aportación patronal se aplicará como prepago al capital del crédito, buscando que sea liquidado en menor tiempo que el establecido al momento de haberlo contratado.

De igual forma este año se comenzarán a percibir los beneficios que implica la reforma a la Ley de dicho Instituto, uno de ellos impacta de forma directa en materia de subcontratación laboral, cuya reforma fue publicada el 23 de abril pasado en el Diario Oficial; en cuanto a lo que al Infonavit refiere, se reformaron los artículos 29 y 29 Bis de su ley, con lo que se fortalece el cumplimiento de las cuotas patronales, esto con el objetivo de evitar que las empresas evadan impuestos, aunque lo más relevante de esto es que se protege aún más al trabajador puesto que, esta modificación, permitirá que los derechohabientes alcancen el puntaje de precalificación que necesitan para adquirir un crédito en menos tiempo, también que obtengan un mayor monto de financiamiento y, por lo tanto, que accedan a una mejor vivienda.

Otra de las novedades es el lanzamiento del Programa Apoyo Solidario el cual, aunque es de carácter temporal, brindará descuentos que pueden ser del 75%, 50% o 25%, la condición es que el trabajador haya sufrido una disminución  en su salario o que haya habido una demostración de voluntad de pago, aunque aquel no tenga una relación laboral vigente.

Este programa ofrece otras ventajas, como la condonación de los intereses generados por el vencimiento del crédito, la cobertura de los meses de pago que no han sido cubiertos y, por supuesto, la posibilidad de acceder a un complemento adicional para disminuir la deuda. A este apoyo pueden acceder los trabajadores cuyo crédito se encuentre en el Régimen Ordinario de Amortización (ROA) y el Régimen Especial de Amortización (REA), las y los trabajadores que hayan perdido su empleo por la pandemia y quienes hayan solicitado alguna de las medidas de apoyo por COVID-19 y que cuenten con una mensualidad mayor a 30% de su ingreso actual.

¿Qué hay de nuevo en la Reforma a la Ley del Infonavit?

La reforma es el resultado de un proceso de diálogo con todas las partes interesadas, vinculadas con el Instituto y su principal objetivo: garantizar el derecho humano a la vivienda de los trabajadores del país.

En estos diálogos participaron, tanto el Ejecutivo federal como los sectores, empresarial y el de trabajadores. De esos diálogos, surgieron propuestas que se convirtieron en una realidad al haber sido incluidas antes de su aprobación en la Cámara de Diputados, donde se logró a un acuerdo de gran trascendencia con todas las fuerzas políticas.

En todo este proceso, es importante decir que el actual secretario general y jurídico del Instituto, el profesor Rogerio Castro Vázquez y su equipo de trabajo, han jugado un papel fundamental, de igual forma que participó de su elaboración y, ahora, de su difusión por toda la República.

El funcionario federal de origen yucateco estuvo en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo, hace unos días, donde dio a conocer y explicó con detalle cuáles son los cambios en el andamiaje jurídico del Instituto que propone la reforma, cuáles ya fueron aprobados y cuáles están por aprobarse.

En la conferencia que ofreció el profesor Castro Vázquez, señaló que “con esta reforma se inaugura una nueva etapa en la historia del Infonavit, que permitirá a las y los trabajadores derechohabientes obtener créditos, sin intermediarios, de forma directa, siendo el trabajador el que elija dónde y cómo quiere vivir”.

El Infonavit es una de las instituciones más consolidadas del Estado mexicano en materia de soluciones financieras para adquisición de vivienda, tal como señala su visión, se sustenta en los principios de tripartismo, autonomía de gestión y naturaleza social, siendo esto último que los gobiernos de los últimos cuarenta años habían olvidado por completo pues priorizaron el aspecto financierista del Instituto y dejaron a un lado lo más importante y para lo que fue creado: garantizar que las y los trabajadores pudieran acceder a una vivienda digna.

Todos los ciudadanos de a pie festejamos que, hacia el interior de esa Institución, orgullo del Estado mexicano, se esté dando un giro hacia una política crediticia con una visión más social, más humanista.

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