Por Juan Esteban Méndez
Mae Govannen, estimados lectores. Después de que el domingo pasado “Green Book” le arrebatara el Óscar a “Roma” y a las demás por mejor película, recordé una gran cinta que no se llevó la estatuilla a Mejor Película, por lo que es momento de regresar al pasado y hablar de ella.
En el cine de Alejandro González Iñárritu siempre ha existido un común denominador: la forma cruda y contemplativa de la condición humana.
“Birdman”, con el cual se coronó con el Óscar, lo alejó de su género con una comedia negra dramática que no decepcionó y que sabemos el alcance que logró tener, ahora, el director mexicano “renace” con el género que lo vio crecer y nos presenta “The Revenant”.
“The Revenant” es un largometraje que no se permite ser fácilmente digerido por una amplia audiencia, al contrario, plantea un mensaje el cual será absorbida por un segmento muy limitado, una visión muy íntima que “El Negro” plantea y que va más allá de una historia sobre venganza, muy a su estilo y alejada de lo que hizo en su filme anterior.
Leonardo DiCaprio nos ofrece una sólida actuación en “The Revenant”, y en contraste con sus anteriores personificaciones, su participación es enteramente física, sin diálogos memorables o discursos emotivos: solamente se entrega a la mera actuación corporal que bajo ninguna situación decepciona, es más, va mejorando minuto a minuto y creciendo con su personaje.
Y Emmanuel “El Chivo” Lubezki demuestra una vez más que es el maestro de la luz, con una fotografía asombrosa que le dota de un logro inigualable al manejar todo con luz natural y plano-secuencias que adentran al espectador brindando una estética única y poderosa convirtiendo a “The Revenant” en una auténtica poesía visual.
En síntesis, el filme es una oportunidad que el director se dio a sí mismo para renacer y regresar a sus comienzos, continuando con el género en el cual se siente cómodo y en mancuerna con un excelente fotógrafo.
“The Revenant” tal vez no era lo que la mayoría del público esperaba, pero sí lo que el mundo del cine se merecía.
