En la barra de una cocina sencilla, sentados en tres bancas con un plato lleno de charritos con rajas (“Camarón de tierra” le dicen), se encuentran platicando los dos entrevistadores del canal de Youtube Voxtuberos (Fernando y Cich) con el candidato Mauricio Vila.
A media entrevista aparece la chichí de Fer con una caguama que Vila destapa ágilmente con una botella de plástico. Después preparan sandwichitos de queso Daisy y Vila le pone al suyo charritos. Una de las primeras “acusaciones” de los entrevistadores fue que el candidato era fresa. Al momento de ponerle a su sándwich charritos, Vila se voltea y le pregunta a Cich “¿y tú no le pones charritos a tu sándwich?” –No me gusta– responde Cich “Ah, tú eres fresa entonces” le dice Vila.
Más allá de si lo hizo bien el candidato o no, creo que el formato de la entrevista es genial. El escenario: la cocina, la caguama, los sándwiches de queso Daysi y la chichí. Un escenario cercano a todos los yucatecos, un ambiente relajado, fuera de todo el show y la pose política. El modo: una plática normal, con insultos a manera de expresión, algunas mentadas de madre, ejemplos de la vida cotidiana, etc. Las interacciones: cómo se dirigen a él como uno más y él a ellos de la misma manera. Los entrevistadores invitan a eso, o les agarras el hilo o te llevan de calle.
Un ejemplo contrario fue la pasada entrevista de Meade con “El Burro” Van Ranking en “El Estado Inconveniente”. El Burro le hace preguntas incómodas a Meade sobre su vida personal, habla con insultos (no insultándolo) y a veces con vulgaridades. Sin embargo, Meade no se inmuta, mantiene su perfil político, sin insultar, pasando todo a un discurso.
Podría parecer que esto es saber responder a una entrevista, pero pienso que es justo lo contrario. Vila agarra el hilo de la entrevista, responde de manera “muy neta”, mostrando a una persona normal, alcanzable, abierta y franca. No evita preguntas, no intenta mantener una imagen o un discurso. Habla con insultos, les hace bromas a los entrevistadores y no se pone nervioso frente a preguntas incómodas. Le entra a los charritos, abre la caguama, saluda a la chichí y prepara los sándwiches.
Lo que vemos en esta entrevista es lo contrario a lo que se ve en la entrevista a Meade: aquí vemos a un tipo cercano, con Meade a un tipo lejano, una figura planeada y no auténtica.
Repito: creo que lo que hace que la entrevista sea buena es el formato con el que la hicieron. Estas son las entrevistas que muestran de qué están hechos los políticos, sobre todo cuando los ponen frente a frente a sus gobernados en un espacio libre y cotidiano. Los Voxtuberos le están dando, con su florido léxico, una bocanada de aire fresco a las desgastadas entrevistas y columnas yucatecas.
Esto es una crítica a los periódicos y noticieros televisivos: no queremos entrevistas planeadas, sin crítica ni reconocimiento, que sesgan al lector con información falsa. Queremos columnas críticas, que inviten al diálogo a los políticos para que estos puedan explicar los motivos y la situación (no sólo podemos quejarnos y no dar espacios a explicaciones), pero que no estén compradas ni con preguntas previamente acordadas.
La realidad es que la tecnología poco a poco rebasa por la derecha a estos medios falaces. Bien por los Voxtuberos y por Zavala, Huacho y Vila que accedieron a ir. Ojalá Sahuí se anime. Si va, sabremos mucho de él y, si no va, también.
Por Renata Millet Ponce
milletrenata@gmail.com
* Estudiante de Ciencia Política en el ITAM y Pedagogía en la UNAM. Lectora, amante del mar y la navegación.
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