Este martes abrió sus puertas la zona arqueológica de Chichén Itzá y Dzibilchaltún al turismo, bajo protocolos y estrictas medidas sanitarias
Después de seis meses, este martes abrió sus puertas la zona arqueológica de Chichén Itzá y Dzibilchaltún al turismo, bajo protocolos y estrictas medidas sanitarias debido a la contingencia sanitaria de Covid-19 .
Las puertas se abrieron desde las ocho de la mañana, en donde se encontraban esperando un grupo de visitantes, principalmente de Quintana Roo, para poder ingresar a la zona arqueológica de Chichén Itzá, considerada una de las maravillas del mundo.
Desde la entrada, los turistas tienen que pasar por un filtro donde se les checa la temperatura, se les pide pasar por el tapete sanitizante, se les proporciona gel, y se les exhorta a no quitarse en ningún momento el cubrebocas.
Según comentó el personal del parador turístico, a los que se les sorprenda sin el tapabocas, se les retirará de sitio, por lo que no deberán quitárselo ni para tomarse fotografías.
El personal que labora en esta zona, así como los artesanos, también deberán portar en todo momento esta mascarillas, para evitar posibles contagios.
La zona arqueológica permanecerá abierta de ocho de la mañana a cinco de la tarde, con el 30% de su capacidad, que son tres mil personas, permanecer en grupos de 10 visitantes, y estar hasta dos horas en el lugar.
Según se informó, en Chichén Itzá laboran 2 mil 66 artesanos al interior de la zona arqueológica, los cuales están divididos en diversos espacios, de estos 768 son los titulares, los cuales tienen a dos personas de apoyo, quienes efectúan labores secundarias, aunque también permanecen al interior de la zona.
Como parte de esta apertura, se realizó una ceremonia encabezada por el titular del Patronato Cultur, Mauricio Díaz Montalvo y otras autoridades invitadas.
Texto de Georgina Bacelis
